He llegado a este punto luego de inyectarme una dosis de música orgásmica.
Y casi no puedo darle adelante, es demasiado lo que le he escondido al corazón, con mis manos le he tapado los ojos. Y le he contado historias para evitar su llanto. Hasta ahora que estoy exhausta. Y le permito un momento, gimotear a rienda suelta, como todo lo que hacemos y de lo que nos reímos a solas en mi cama.
Son pocos días de una decisión tomada antaño ya. Y de pronto, la cordura me abandone, y de pronto, el ALOHA me despierte y tome ese teléfono y dale que pasaré por lo mismo, que obstinada!!
O mejor me sigo inyectando una sobredosis de mentiras e imaginaciones para vivir hasta que los sueños se conviertan en realidad.