martes, 29 de septiembre de 2009

De pie


Estoicamente, carente de gestos en el rostro, con miedo pero con convicción, estoy de pie esperando por esta historia. Y aunque mi comportamiento desemboque en una tragedia emocional, una vez más, he de permitirme vivir al máximo, sin saber si realmente es lo mejor.

Porque aunque no extraño las noches tristes, y aunque las lágrimas parecen nunca acabarse para mí, me es absolutamente necesario sentir nuevamente tus besos, tu cuerpo y tu amor que no sé si existe o me invento en mi afán por sobrevivir.
Adelante, de pie y con temor, las manos se me congelan y la mente se me escapa a tu lado. Me molesto conmigo (misma) y me refuto sin esperanza de redención. El espejo no refleja mi sonrisa.
Y aunque me aferro a los detalles imperceptibles, justificadores de tu amor, obviando las pruebas irrefutables de mi estupidez, sigo de pie, poniendo nuevamente en peligro a mi corazón.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Espera

Una vez más el tiempo me obsesiona. Las horas parecen no apiadarse de mí, y sin embargo quisiera retenerlas en ese instante.
Y no he de imaginar ni soñar. Sólo esperar.
Y aunque no es mi costumbre esta actitud pasiva, contigo me encanta probar recetas nuevas. Eres como el descubrimiento de mí (misma) en un juego sin reglas, en una contradicción espontánea. Es febril, adictivo. Es demasiado.
Y mi paciencia, tu realidad, mi serenidad, nuestro dialecto alemán, tu música antigua, mi moneda de bruja, nuestro fuego, tus películas antiguas, nuestras conversaciones profundas, mis guerras perdidas, tu lujuria inteligente, mi juego mental! Todo es delicioso para mí.
4 días.

martes, 15 de septiembre de 2009

ALOHA x 1000!!!!

He llegado a este punto luego de inyectarme una dosis de música orgásmica.
Y casi no puedo darle adelante, es demasiado lo que le he escondido al corazón, con mis manos le he tapado los ojos. Y le he contado historias para evitar su llanto. Hasta ahora que estoy exhausta. Y le permito un momento, gimotear a rienda suelta, como todo lo que hacemos y de lo que nos reímos a solas en mi cama.
Son pocos días de una decisión tomada antaño ya. Y de pronto, la cordura me abandone, y de pronto, el ALOHA me despierte y tome ese teléfono y dale que pasaré por lo mismo, que obstinada!!
O mejor me sigo inyectando una sobredosis de mentiras e imaginaciones para vivir hasta que los sueños se conviertan en realidad.

Mea Culpa

Por todo lo que propicié y las heridas que abrí. Aquellas lágrimas que inspiré y odios sin venganzas materializadas. Por paciencias no recompensadas y amores no correspondidos. Por las mentiras que dije, por el ego alimentado egoístamente con amores falsamente alimentados y por la piedad que nunca tuve al decir adiós.
Por los pecados cometidos y las blasfemias envilecedoras, ahora espero sin esperar redención, el castigo merecido, cual condenado a muerte miraría sonriente a su verdugo al reconocer que más puede la imaginación que la propia realidad. El verdugo que pondrá fin a los sueños tortuosos de castigos y dolores eternos, de imaginaciones crueles e ilimitadas.
Y es mi turno, la balanza reclama su derecho. Y este pago me es absolutamente doloroso e irresignable, no concibe mi mente renunciar nuevamente. No concibo entender ni puedo imaginar que un dolor como el que siento haya sido sentido ya por otra persona que presuma ahora de seguir con vida.
Y es momento de ser fuerte, una vez más, mientras el mundo termina de dar sus vueltas.

lunes, 14 de septiembre de 2009

8 Brindis


Dar es recibir en realidad y satisfecha con esa explicación andaría, para sustentar mis ataques de los regalos caídos del cielo, de no ser que en realidad, nada estoy dando.Y me alegró sincera e inesperadamente el corazón ese momento de sinceridad en la que se nos olvidó ese nuestro egoísmo característico y pensamos por un segundo, uno en el otro y nos deseamos éxito, con cada copa improvisada.
Paseamos por sueños, pasiones, superficialidades y amistades transcendentales, objetivas además.
Y mi capacidad de creer en imposibles, no me permitió ver más allá. No quiero juzgar, pero te declaraste en público, culpable. Si la maldad rondó aún lejana aquella mañana, si la mentira se atrevió siquiera a escuchar nuestra conversación o si, el cinismo mojó tus labios al pronunciar alguna de esas palabras, entonces tu pérdida será invaluable y mi incondicionalidad te será arrebatada sin reparo.
Si, diferente y no necesariamente por lo contrario exactamente, todo responde a una interpretación precipitada de hechos transcendentales catalogados como cotidianos, probablemente alentados por el ego enceguecedor, entonces, lo entiendo.
No lo sé, no hay manera de saberlo. El tiempo se encargará, y de cualquier manera, las relaciones trascendentales dispensan del contacto directo.
Feliz Día.

martes, 8 de septiembre de 2009

No a mi manera

Con pleonasmo incluido, contra mi propia manera y no reflexivo, pruebo la fórmula de la paciencia para revelar. Revelarme completa, tan imperfecta, tan terrenal e irreal, por tiempos.
Heme aquí, dominicalmente aburrida y plenamente satisfecha. He caminado despacio para no tropezarme, para poder descubrir sin temor el rostro, relajar la mente y alivianar el corazón.
He sonreído lentamente, sintiendo cada respiro y sin temor al barullo, he mostrado mi lado humano y lo invitaste a acercarse. He reído fuerte y sinceramente junto a ti, he deseado intensamente también, he desafiado la naturaleza, mi propia naturaleza y me he dado tiempo acariciando la paciencia, siempre adormecida con nuestro amor por la música.

Embrollados lujuriosamente, somos cómplices deliciosos de dialectos en medio de nuestro cotidiano banal, y me ha excitado sutilmente verte creando redes para envolverme, sin quitarme la vista fija de encima.
Y casi y apenas sólo he humedecido mis labios con los tuyos, dentro de un febril deseo, efervescente hasta el tuétano por contenerme.
Y no conozco esta manera, pero me encanta y entretiene. No preciso de apurarme, la paciencia no es más un castigo. La espera se me hace placentera, el trayecto hasta encontrarte no me impacienta.
Esta parte de la historia, estos mensajes tan explícitos y puerilmente disimulados es delicia para mi mente, es material para mis sueños y motivos para mis sonrisas.
Y no es a mi manera esta vez, probablemente siempre estuve equivocada.