domingo, 25 de abril de 2010

La verdad

Mi aversión dominical se desliza bajo mis pies y se acurruca en mi espalda. Porque donde comenzó ha terminado y ya no me restan sino algunas especulaciones surrealistas de esta realidad atolondrada en mi cabeza. Como hoy que me declaro en la absoluta soledad.
Y se me antoja preguntar donde queda la justicia, el mundo con sus vueltas, y las lágrimas derramadas. Pero las respuestas son las mismas, el mundo es irrisorio sin ti.
Las canciones están mudas, mi universo atento a tus movimientos, mi fantasía rota, los pies enlodados.
Lo he merecido, todos siempre tuvieron razón.
Los cuentos de hadas no existen.