.... al hombrecillo cobarde de historia aún caliente que se inmiscuye escondido para observar estas letras, sin que le importe en realidad, le pido no contamine con su lectura e interpretación soberbia lo que me atrevo desde ahora a compartir, aunque le agradezco, por última vez, lo que me enseñó con sus mentiras....
No estoy segura si es una respuesta a la coyuntura, es decir, si condicionada asiento con la cabeza, empujando al corazón. No lo sé. No sé si es la satisfacción de una necesidad.
Lo que sé es que es oportuno y lícito además.
Es igual por ser diferente, pero es de esa manera, distinto. Se siente cálido, se siente real, no es necesaria mi imaginación, no es necesario reprimir. Se sienten sus latidos, abre su mundo sin precaución, tal cual lo hiciese yo alguna vez. Se desnuda sin temor, tal vez la vida no le ha enseñado todavía, o como yo, tiene la esperanza interminable. Y me gusta.
Y aunque esta parte de la historia me sabe a conocida; ese embeleso peculiar por las cualidades que sin duda sobreestimo, no le temo a la decepción, pero he de mantener los pies en la tierra y he de enseñarle también a hacerlo.
Y le prometo ser siempre yo, diferente a las que ha conocido, fuerte, inteligente, sensible, disciplinada, loca, divertida y muy linda y saborear despacito su inexperiencia y candidez. Prometo creer con inocencia y sorprenderme como un niño. Descubrirle objetivamente. Prometo reír con el corazón y ser su amiga de verdad, prometo enamorarme perdidamente de la música como él, y aprender su modo de vivir. Prometo no prometerle nada que no he de cumplir, ni mentirle. Prometo no quererlo hasta que se lo merezca de verdad. Y me descubriré despacito, riendo estrepitósamente, bohemia en aquel bar de siempre.
Sobre todo, le prometo que "disfrutaremos del proceso".
And it can not be more precise, it is The Cure.