martes, 30 de marzo de 2010

Perfecta?

Las gotas de sangre de tu índice acusador incrustado con vidrios de un espejo roto, mancharon mi inmaculada autopercepción. Gritando en tu llanto y rogando por piedad, me mirabas sonriente y escondías en tu felicidad maquillada la desesperación de tus días.
Terriblemente abrumador, tu índice apuntó primero mi sonrisa, originaria según tus enfermizas percepciones, de los más descabellados planes para arruinarte la vida, para robarte protagonismos de los que no quiero siquiera formar parte.
Y con sonrisas, lo que es peor, al estilo del comienzo del conteo de esta era, requerías la distorsión de mis acciones en pos de enemigos que no necesito y con fines nada inteligentes.
Y mis razones pecaron de ilusas aluciones a tu razón, carcomida por las palabras al oído del odio sin razón, mecido por la envidia.
No avalo mis acciones, sólo persigo personalidad consistente, y en el fondo de mi corazón, te pido disculpas por ser quien soy.

Ps. Se repite por tu insistencia.

viernes, 19 de marzo de 2010

Prometo..

.... al hombrecillo cobarde de historia aún caliente que se inmiscuye escondido para observar estas letras, sin que le importe en realidad, le pido no contamine con su lectura e interpretación soberbia lo que me atrevo desde ahora a compartir, aunque le agradezco, por última vez, lo que me enseñó con sus mentiras....

No estoy segura si es una respuesta a la coyuntura, es decir, si condicionada asiento con la cabeza, empujando al corazón. No lo sé. No sé si es la satisfacción de una necesidad.
Lo que sé es que es oportuno y lícito además.
Es igual por ser diferente, pero es de esa manera, distinto. Se siente cálido, se siente real, no es necesaria mi imaginación, no es necesario reprimir. Se sienten sus latidos, abre su mundo sin precaución, tal cual lo hiciese yo alguna vez. Se desnuda sin temor, tal vez la vida no le ha enseñado todavía, o como yo, tiene la esperanza interminable. Y me gusta.
Y aunque esta parte de la historia me sabe a conocida; ese embeleso peculiar por las cualidades que sin duda sobreestimo, no le temo a la decepción, pero he de mantener los pies en la tierra y he de enseñarle también a hacerlo.
Y le prometo ser siempre yo, diferente a las que ha conocido, fuerte, inteligente, sensible, disciplinada, loca, divertida y muy linda y saborear despacito su inexperiencia y candidez. Prometo creer con inocencia y sorprenderme como un niño. Descubrirle objetivamente. Prometo reír con el corazón y ser su amiga de verdad, prometo enamorarme perdidamente de la música como él, y aprender su modo de vivir. Prometo no prometerle nada que no he de cumplir, ni mentirle. Prometo no quererlo hasta que se lo merezca de verdad. Y me descubriré despacito, riendo estrepitósamente, bohemia en aquel bar de siempre.
Sobre todo, le prometo que "disfrutaremos del proceso".

And it can not be more precise, it is The Cure.

lunes, 15 de marzo de 2010

Ventana

Anoche estuve, por última vez, parada en esa misma ventana observando el mundo, esperando por él. No para incriminarlo, sino para abrazarlo y, al sentir su corazón vivo, saber que él existió y no fue un invento arrancado de mi mente violentamente.
Estuve en esa misma ventana, en la que no hace mucho tiempo esperaba también por él para ir juntos al encuentro de nuestra historia. Y sin concretar cita alguna sino sólo con la plena convicción y dañada esperanza de la existencia de un cariño, comencé a llorar la muerte de un amor inventado.

En esa espera, el último pétalo cayó muerto y una lágrima seca se fue con él. Me sacié de entendimiento y vi su cobardía. Cobardía por no atreverse a librar una batalla, no por nosotros (que no existimos juntos) sino por mí. Por lo que fue antes de.

Me preguntaba en esas horas lo que le diría al verlo. De seguro le hubiera abrazado y le hubiera cantado. Luego le hubiera contado de mis fantasías fabricadas en su ausencia bimestral. Y le hubiese dejado partir de la mano de la persona que siempre le perteneció, sin dolor. Pero todo eso era imaginación. Cerré el libro que me regaló, arranqué la primera página y se la regalé a la Tierra. Cerré aquella ventana, reconocí que todo fue una quimera y me di la vuelta.

Y al hacerlo, me encontré con esta nueva historia que, de seguro, también me invento.

viernes, 5 de marzo de 2010

Cuídate


En el mundo has andado siempre igual que yo, sin las armas necesarias para evitarte heridas o causar algunas, pero sobre todo, totalmente desprovisto de la capacidad de aprender de tus errores.
Te veo apenas y te he reconocido desde siempre porque me veo reflejada en ti, a veces proyectada 10 años, tan experto como severo, por esa tu forma de pensar; y otras, me veo en ti, 5 años ha, cuando te veo armando entretenido tus sueños pueriles y descargando tus emociones, como lo hice desprevenida alguna vez.
Y yo sólo quiero pedirte que tengas cuidado.
Ten cuidado, cuidado de mí porque carezco de corazón, aunque a veces me recuerdes que lo tuve alguna vez. Cuidado de mí, porque le conozco al mundo ahora su lado repugnante y no quiero mostrártelo.
Ten cuidado de mí, porque yo tengo miedo y no quiero compartirlo contigo.
Ten cuidado de mí, porque saldré huyendo cuando me sienta feliz. Porque diré No gritando Sí con los ojos y no entenderás. Porque desapareceré algún día.
Ten cuidado de mí, porque yo fui tú.

Gracias por mostrarme como era y que era mejor así.