Extraña las sonrisas que conmigo te aparecen tan libremente, tus risas desproporcionadas cuando actuamos en este mundo tan tonto. Extraña la pasión que por ti desbordo y nuestras noches clandestinas.
Extraña aquellas nuestras conversaciones, las eternas en mi auto, las tontas en la calle, las atrevidas en tu cama, las transcendentales en tu auto, las ambiciosas y groseras en la red, las fingidas ante todos, las acompañadas de tabaco y música poco acorde.
Extraña mis momentos de locura por ti, en los que eras el hombre más amado del mundo.
Y mis llantos manipuladores y las mentiras que nunca te dije.
Extraña mis oídos atentos, mis labios prestos a adorarte, mis manos libres para acariciarte, mis pechos adorados, mis pies que corrían siempre hacia ti. Los paseos en mi auto por la playa, las horas en los estacionamientos con un vino acompañados de música de rutina por primera vez oída.
El no hacer nada y vivirlo todo al mismo tiempo. Extraña esos roces escabullidos en la calle, creyendo ilusamente que no eran vistos por nadie.
Extraña extrañarme en esa espera eterna por volverme a ver, la cuenta regresiva de los días y fantasear sin escrúpulos.
Extraña bailar conmigo, tomarme de la mano y cantar juntos con el ritmo despiadado. Extraña mi alegría cuando quieras sosegar tu seriedad aterradora. Mi devoción a tu mente, mis ansias de quererte. Mis recuerdos y mi amor que bastaba para los dos. Extraña nuestras peleas y reconciliaciones.
Extraña este amor al que renuncias en tu afán estúpido de ser quien no eres. En tu engaño eterno, a voluntad.
Extráñame como te extraño yo.
sábado, 29 de agosto de 2009
Extráñame
miércoles, 19 de agosto de 2009
Se me nota
Se me nota aunque lo niegue con los labios!!
Se me nota cuando digo que no he de verte más y espero con ansias y de atisbos a que aparezcas de una buena vez.
Se me nota cuando canto sólo para que me escuches y me prestes por un momento tu atención, cuando bailo para que observes, mientras digo que no me interesas.
Se me nota cuando al despertar lo primero en lo que pienso es en ti. Cuando en todas mis reuniones me gustaría tenerte cerca.
Es que me tienes atada de manos y pies a tu voluntad con los hilos del cariño, me muevo con el sonido de tus labios. Se me nota cuando espero verte de casualidad en cualquier lugar, cuando llamo por tu nombre a mis amigos y cuando recuerdo tus chistes tontos.
Y enumero los momentos felices, contados con una de mis manos y se me olvidan las lágrimas de las que perdí cuenta tiempo ya, y parece que el corazón se empecina tontamente.
Se me nota cuando escucho esas tus canciones, nuestras canciones y sonrío al recordar como bailas.
Se me nota y lo he de negar mil veces más.
O lo suficiente para que no se me note más.
martes, 18 de agosto de 2009
Atrevimiento
Cómo te atreves siquiera a existir? Y pareciera que la inspiración me ha abandonado, probablemente azorada por el miedo y los reproches de los recuerdos tormentosos en medio de la batahola de humo y decepciones de las cuales me colmaste. Y las lágrimas parecen haber sido absorbidas por la tierra en su único afán de ser de alguna manera útiles.
Y yo estoy temblando, con flores en la mano, ataviada de colores, sintiendo el corazón saltando y mis labios balbuceando tu nombre.
Será cierto lo que me dice la cordura ajena? Es que es apenas la sugestión y mi anhelo de identificarme en una historia de final feliz? O no desperdiciar el tiempo??
No lo creo sinceramente, aunque pido mi derecho a equivocarme, no me es posible pensar con claridad.
Pensar tan claro como esa noche en la que me di cuenta que siempre eres tú, aunque con otra forma, el que logra desprender el alma de mi cuerpo.
sábado, 1 de agosto de 2009
El reemplazo de la estulticia
La mayoría de relaciones humanas convencionales se basan en hipocresías y situaciones fingidas. Las trascendentales dispensan de un contacto asiduo, como Demian de Hesse, y; sin embargo, se mantiene clara y sin cuestionamiento su conexión inalterable.
Se responde como por inercia con respuestas ya establecidas... se elaboran preguntas que vituperan el orden cronológico... y cuando estoy sola sin disfraces que soportar, ni sonrisas que fingir, me encuentro aliviada de una gran carga y me siento a escribir y me comienzo a amar...
La vida cambia en un segundo, en un segundo, Enrique!!! Cuanto tiempo ha pasado; no sé, me siento como Penélope, como Florentino Ariza.. tejiendo y destejiendo y esperando la muerte de alguien que no existe, de la llegada de la oportunidad que nunca llega. Pero yo quiero ser Ulises, Fermina Daza, viviendo en la espera.
Es curioso. Justo ahora hablo con una persona que representa fragilidad y siente que soy su soporte y cree en mí. Y en honor a la verdad, poco me importa lo que le pase. Es que no tengo corazón? Es que en mi afán de quererme gasté todo el amor que puedo generar?? Me consuelan los latidos de mi corazón ante el estímulo correcto.
Termino por donde comencé. La mayoría de las relaciones humanas convencionales se basan en hipocresías. Espero que estas líneas no sean malinterpretadas, y peor aún, a favor de un ego desproporcionado.