Todo lleva siempre un gran "depende" delante. El tiempo inclusive, depende. Y las heridas se curan, las cosas se olvidan y la experiencia queda delineada por los paradigmas que aceptamos como ciertos. Paradigma de paradigmas.
Mucho tiempo ha pasado y ahora es relativo el sentimiento.Lo recuerdo sólo por haberlo recordado más apenas en ello he de confiar que mayor vestigio no guardo en el alma. No desmerezco, sólo observo, toco y no siento, me asusto y me increpo el tiempo que perdí.
Por momentos parece que la vida me empuja a la venganza, a pedir el precio justo, a decirle lo que está escrito y a odiarle también.
Lo hice, sin sentirlo.
¿Es tan nimio todo esto? ¿De qué depende aquello? ¿Cómo algo puede esfumarse así? ¿Cómo nuestras percepciones nos pueden inventar historias para ser vividas sin darnos cuenta? Me asusté como siempre, de mí misma.
Él no representaba la enfermedad, era apenas un reflejo tímido del tiempo pululando inerte. Éramos los dos en aquel tiempo que la nostalgia ha abandonado, que el placer ha burlado y que el amor siempre ha desconocido. Y ambos éramos conscientes de aquello, y ambos seguimos escribiendo la historia tapando el sol con el cuerpo desnudo del otro.
Sí, no hay motivo para mantenerlo encerrado en esta caja. No hay odios, ni ascos, o quizás este se agotó. No hay decepciones ni desatinos, apenas una memoria incrédula y titubeante, aferrarme a mi pasado para sentir que existí, aferrarme a un pasado para saber que existo ahora.
Te abandono aquí, sabes perfectamente quien eres y ya no importa conocernos más. Te libero de mi mente, del pasado te desencadeno, y si alguna vez cruzamos caminos, sonríeme que de los escritos de aquellos tiempos vi que fui feliz aunque yo no lo recuerdo. Sólo recuerdo lo que cuento que recuerdo, y en esas historias, no sé si falsas,te encontré a ti.
Adiós hombre desconocido.
miércoles, 27 de julio de 2011
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